Este blog no es más que mis pequeñas reflexiones sobre la vida, quien quiero, lo que me envuelve, mis ideas y algunos sueños.

RECUERDO IMPALPABLE

Vagamente aún recuerdo la impresión que me produjo el saber que había muerto la mujer de Andrés, mi amigo de infancia. A veces creo que no le tengo miedo a la muerte y juego a dialogar con ella, provocando su presencia, enjuiciando su labor, pero todo queda en un ágil monólogo del que uno acaba riéndose y preguntandose si un psiquiatra daría alguna solución. Otras veces me aterra solo el pensar que el mañana no me llegará y que sin un triste adiós me perderé por el sendero del tiempo. Atrás quedará solo el recuerdo y las ganas de vivir que la muerte provoca a quien afecta. Morir significa acabar, no ver, no oír, no escuchar, no sentir, y solo el pensarlo me provoca un pánico irreal, por la secreta incógnita de cuando me llegará. En fin, recuerdo la angustiosa presencia de Andrés frente a mi, no supe que decirle, nunca lo he sabido, solo le abracé como se abraza a un amigo y lentamente intenté aplacar la agonía y buscar el consuelo. Pero el recuerdo busca en todos los caminos, y, la falta de presencia alborota el sentimiento, jamás volverá la presencia, solo el recuerdo y la imagen. Y en la lucha contínua, la imagen vence y es un recuerdo impalpable de la realidad. En esos momentos solo hay lágrimas y frío. 
Fuente en Barcelona

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