Hoy he salido a caminar, caminar me ayuda a pensar, pero hoy no quiero pensar, solo caminar entre arboles, sentir, abrir mis sentidos, explorar los recovecos del camino, mi mirada lo quiere ver todo, quiero inundarme de naturaleza, quiero integrarme en ella, quisiera ser de color verde, abrazarme a un árbol, oír su respiración, que me contara lo que ha vivido. La vida parece complicada, pero mi sentido me lleva, me transporta y quiero refrescar mi ilusión. Arriba en el cielo las nubes parecen temblorosas, es una tarde de verano, de calor pegajoso. Una suave brisa se levanta, las hojas de los arboles empiezan a bailar, se mueven al unísono, empieza a llover y levanto mi mirada. Mi camino se llena de gotas de fina lluvia, vuelvo a alzar mi mirada y se me empapa el rostro, noto el frescor, quiero mojarme intensamente. Sigo caminando, abro los brazos para recibir. Andando dejo libre mi mente, dejo que la lluvia me empape, que me empape sin fin. Ahora el color verde se ha vuelto mágico, es un verde maravilloso, huele a lluvia, huelo el frescor. Estoy completamente empapado, me siento bien, siempre me he sentido un fiel aliado de la lluvia, me siento integrado, me siento parte de ella, ahora la vida ya no parece complicada, parece todo tan fácil. Andando bajo la lluvia mi consciente se vuelve inconsciente, vuelan a mi imágenes de esa película,
pero yo no canto, yo solo “walking in the rain”…….
pero yo no canto, yo solo “walking in the rain”…….
Alguien con un paraguas me mira y se ríe.
