No eres culpable de tus sentimientos,
no eres culpable del desenlace,
los culpables ya tienen pena.
¿Culpable, porque?
¿Por anhelar algo,
por ser tú?
No, no eres culpable,
solo es tu destino de dudas,
tu trayecto sin vuelta.
Cuando haces un camino
no puedes volver atrás,
solo seguir,
aprender de la piedra en el camino
que te enseña a rodar,
o como decía el poeta:
"se hace camino al andar".
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