Tras la puerta no sé que voy a encontrar,
quizá la alegría de cien días,
quizá la tristeza de cien noches.
En el espejo mi alma se deja ver entre los rincones,
nunca supe lo grande que es mi sombra,
nunca imaginé que se escondía de mí.
El silencio atenaza mis remordimientos más ocultos,
¿será que la vida es un vaivén de latidos?,
¿será que mi corazón se olvido de latir?.
¡¡¡Es eso!!!,
cuando te fuiste se olvido de latir.
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