No busques la luz con la mirada,
busca el punto ciego y olvidado,
en él se observa el sentimiento
y se piratean los sentidos.
Encontrarás la tranquilidad,
ya no te temblará el cuerpo,
ni el frio arremeterá silencioso.
No busques la luz con la mirada,
solo observa el desliz del atardecer
en un contraste de brillos
que te haga estremecer.
Con todo esto y algo menos
llegarás a vencerte a ti mismo,
lograrás vencer la situación.
Pero acuérdate siempre,
busca el punto ciego y olvidado
donde la mirada
vence el desliz del atardecer.
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